Son muchos los ciudadanos franceses que se trasladan a vivir a España por motivos profesionales, familiares o de jubilación, en parte por la proximidad geográfica, el idioma y el clima, que hacen de España un destino preferente para los ciudadanos de su país vecino.
También es común que los contribuyentes que llegan a España cometan ciertos errores al presentar su declaración de la renta. Estos pueden resultar en multas, sanciones o, incluso, una carga fiscal superior a la necesaria.
A continuación, añadimos un listado de algunos de los errores más comunes y cómo evitarlos, tal y como lo explica Jorge García Santiago, director de ARA Global Asesoría de Empresas, para Le Petit Journal:
1. No hacer bien el cambio de residencia fiscal
Este es uno de los errores más comunes entre los ciudadanos franceses que se mudan a España: no saber cuándo ni cómo cambia su residencia fiscal. Según la legislación española, una persona se considera residente fiscal en España si pasa más de 183 días al año en el territorio o si el centro de sus intereses económicos o personales (trabajo, familia, etc.) está en España.
Esto podría dar lugar a una doble imposición, ya que muchas personas olvidan cambiar su residencia fiscal de Francia a España cuando pasan más de 183 días en el país. En este caso, es esencial informar a la Agencia Tributaria española de su nueva situación fiscal para poder así completar su declaración en España en lugar de seguir presentándola en Francia.
2. No declarar todos los ingresos procedentes de diferentes países
Los ingresos provenientes del extranjero también hay que declararlos correctamente, y es un error común no hacerlo. Los residentes fiscales en España deben declarar la totalidad de sus rentas, ya sean procedentes de España o del extranjero, como Francia, por ejemplo. Esto incluye: salarios, pensiones, alquileres o cualquier otro ingreso procedente de Francia.
Muchos son los contribuyentes que no conocen este proceso, pero España tiene acuerdos con muchos países, incluido Francia, para evitar la doble imposición. ¿Esto qué significa? Que el contribuyente puede deducir los impuestos pagados en Francia sobre los ingresos obtenidos en Francia, evitando así pagar impuestos dos veces sobre los mismos ingresos.
3. Ignorar las deducciones fiscales para los residentes fiscales en España
Una vez que el contribuyente ha establecido la residencia fiscal en España, este podrá beneficiarse de algunas deducciones fiscales que reducirán significativamente su impuesto. Sin embargo, son muchos los expatriados que no conocen aún las deducciones de las que pueden beneficiarse, como:
- Deducción por familia numerosa: si tienes tres o más hijos, podrás beneficiarte de una reducción fiscal.
- Deducción por donaciones: las donaciones realizadas a una ONG u otra organización pueden reducir el coste en su declaración.
En España existe también una deducción por la compra de una vivienda habitual, pero solo se aplica a las compras realizadas antes del año 2013. En caso de alquiler la vivienda, podrás beneficiarte si el contrato se firmó antes de 2015.
Existen también deducciones autonómicas, que variarán dependiendo de la Comunidad Autónoma. Por ejemplo, algunas comunidades ofrecen deducciones por el nacimiento o adopción de hijos, por gastos de educación, por transporte público o por gastos de alquiler de vivienda.
Por esto mismo, es vital consultar las deducciones específicas que ofrece la comunidad autónoma en la que resides o vas a residir.
4. No declarar bienes y derechos en el extranjero
Si una persona es residente fiscal en España y posee bienes o derechos en Francia u otros países, deberá declararlos en su declaración de la renta.
En España, los residentes fiscales deben declarar sus cuentas bancarias en el extranjero mediante el modelo 720 (declaración informativa de bienes y derechos en el exterior), que debe presentarse anualmente. Este modelo no afecta únicamente a las cuentas bancarias, sino que también incluye bienes inmuebles (propiedades en Francia, por ejemplo), acciones, fondos de inversión, seguros de vida y otros activos financieros que la persona mantenga fuera de España.
La no declaración de estos bienes puede acarrear sanciones, ya que la falta de declaración puede considerarse una infracción muy grave.
Importante saber que esta declaración no se refiere al pago de impuestos sobre los saldos de dichas cuentas o activos, sino a su declaración y valor al final del año.
5. Confusión con el sistema fiscal de pensiones y jubilaciones
Algunos de los franceses que vienen a vivir a España reciben pensiones o ingresos de jubilación en Francia. ¡Pero atención! Esta renta debe ser declarada en España, ya que es su residencia fiscal y el país tiene derecho a gravarla. Aunque bien es cierto que son muchos los contribuyentes que se olvidan de la regla de doble imposición en materia de pensiones. De hecho, España y Francia han firmado un tratado fiscal que permite evitar que las pensiones paguen impuestos en ambos países.
Este tratado estipula que las pensiones de la Seguridad Social tributan únicamente en el país de origen, mientras que las pensiones privadas (de fondos de jubilación o planes de pensiones) tributan en el país de residencia. Muchos expatriados desconocen esta regla y pueden encontrarse pagando impuestos en ambos países.
6. Ignorar las deducciones por ingresos del trabajo o actividades profesionales
Cualquier persona que trabaje en España o sea autónomo (freelance) aquí, deberá conocer bien las deducciones fiscales que se pueden aplicar a los ingresos. Los contribuyentes extranjeros a menudo no conocen que pueden reducir los gastos relacionados con su actividad profesional, tales como:
- Gastos de oficina
- Costos de transporte
- Equipo profesional
Saber qué se puede deducir como autónomo o asalariado es crucial para reducir la base imponible y evitar pagar más impuestos de los necesarios.
7. No presentar la declaración en plazo
Por último, pero no menos importante, este es uno de los errores más comunes. En España, el periodo de presentación de la declaración de la renta es, por regla general, entre abril y junio. Si se presenta fuera de este plazo establecido, se podrán aplicar sanciones y tasas adicionales, incrementando así el importe a pagar.
Desde ARA Global Asesoría de Empresas, si eres residente fiscal en España y procedes de Francia, podemos ayudarte para evitar los errores fiscales mencionados anteriormente.
Somos especialistas en la gestión de declaraciones de impuestos para expatriados y clientes internacionales, y nos aseguramos de que todos nuestros clientes cumplan con todas sus obligaciones fiscales en España, optimizando sus deducciones y aplicando correctamente los convenios de doble imposición entre ambos países.
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